Valores y actitudes en Educación Física

Artículo extraído del libro: "Actitudes, valores y normas en la educación física y el deporte. Reflexiones y propuestas didácticas." de Maria Prat Grau y Susanna Soler Prat - Editorial IndeISBN: 978-84-9729-031-9
Los contenidos conceptuales han tenido tradicionalmente una alta presencia en los programas escolares y en las actividades del aula, aunque su tratamiento no siempre se considera tan importante en una época donde los conocimientos se actualizan constantemente. Contrariamente, los contenidos actitudinales no han tenido la presencia que sería deseable, lo que contrasta con la importancia que tienen en el currículo oculto y ausente de los programas escolares.
Es verdad que las estrategias de trabajo conocidas y aplicadas en relación con lo actitudinal son más bien escasas, como lo son los estudios relacionados con las técnicas de análisis y estrategias de secuenciación que se pueden utilizar. Y es que las características de los contenidos actitudinales, mucho más complejas que los otros tipos de contenidos conceptuales y comportamentales, puede justificar esta situación. Algunas las podemos compartir con Carmen (1996: 182-183):
- Los contenidos actitudinales implican importantes posicionamientos ideológicos, sobre los cuáles no es fácil lograr acuerdos dentro y fuera de los equipos pedagógicos.
- No es fácil incidir en el proceso de aprendizaje de las actitudes. Muchas de ellas se aprenden por imitación de modelos (con gran incidencia de la familia, pandilla, televisión, literatura infantil y los juegos), variables según contextos y por causas muy diferentes. Además, algunas se aprenden a edades tempranas y son difícilmente modificables.
- El aprendizaje de contenidos actitudinales requiere frecuentemente de espacios de tiempo dilatados, que obliga a procesos sistemáticos y de coordinación difíciles de mantener. También exige el respeto a expresiones individuales que no siempre son fáciles de aceptar por el profesorado desde el punto de vista ideológico y desde el punto de vista operativo.
- La consolidación de los contenidos actitudinales requiere una actuación global, que implica superar el estricto marco escolar y contar con la colaboración de familias e instituciones.
- Por último, la evaluación de estos contenidos requiere un seguimiento y observación sistemática para la que no siempre se tienen la formación y el tiempo necesarios.
Se plantea, por tanto, un reto importante y a la altura de la competencia de los profesores. Su abordaje no debería hacerse de manera individual ni desde la responsabilidad de una asignatura, sino desde el proyecto institucional y a partir de secuencias compartidas por varias materias. Defendemos, por tanto, que la educación en valores y actitudes forme parte de la formación moral de la persona. Los compromisos que, al respecto, adopte el centro deben especificarse en el Proyecto Educativo y desarrollarse a través del Proyecto Curricular en cada una de las áreas de trabajo consideradas y de los reglamentos normativos que se establezcan. Se trata de que todos los profesores asuman unos mismos compromisos y los reflejen en el trabajo con sus alumnos, sea como planteamiento general que vehícula las relaciones o bien como planteamiento específico que se aborda a través de propuestas particulares pensadas y relacionadas con contenidos conceptuales o comportamentales del área o asignatura de Educación Física. El desarrollo moral a conseguir pretende la interiorización y elaboración de criterios sobre lo que está bien o mal, sobre lo que conviene impulsar y comprometerse. Se trata de una construcción personal en la línea de la diferenciación personal y de la autonomía, pero también bajo los supuestos sociales de compartir objetivos y acciones con otros.
El aprendizaje de valores, actitudes y normas
Recientemente, se reconocen dos vías para la educación de valores en el contexto escolar que pueden considerarse alternativas e incluso complementarias. La vía curricular, de la que ya hemos realizado algún comentario, identifica y desarrolla actuaciones específicas a través de las materias o de actividades ínter disciplinares. La vía institucional diseña y desarrolla formas organizativas, estructura mecanismos de participación, establece normativas y ordena la actividad general del centro para potenciar determinados compromisos en las relaciones sociales que se mantienen.
La vía institucional asume la idea de que las actitudes se adquieren y surgen a partir de las interacciones sociales significativas que tiene la persona. Se defiende así la importancia del contexto en la conformación de los valores y actitudes y con él la influencia que puede tener la sociedad, los medios de comunicación social, la familia, los grupos de referencia y el centro escolar. El contexto escolar tiene, no obstante, unas particularidades específicas, cuyo origen se puede relacionar con el sistematismo e intencionalidad a que obliga la tarea formativa que tiene encomendada socialmente la institución educadora. Su capacidad de influencia no sólo proviene de la planificación actitudinal que pueda aplicar sino de su configuración como contexto educativo. La existencia de variadas personas, que pueden actuar como modelos de referencia, obligan a establecer relaciones que refuerzan determinados comportamientos y actitudes, a la vez que ayudan a sedimentar determinados valores. Será importante, al respecto, considerar no sólo los valores de la clase dominante, que se transmiten directamente o indirectamente a través de símbolos, rituales, prácticas pedagógicas y otras actuaciones, sino las diferentes opciones que puede representar una sociedad participativa.
A este nivel, es necesario considerar los procesos vinculados a los objetivos de potenciar la igualdad de oportunidades, la atención a la diversidad, la consideración de la atención personalizada y el respeto a espacios de intimidad personal y colectiva. Reiteramos así la íntima relación de los valores escolares con los valores sociales, pero también la necesidad de comprometerse en una posición activa que avance en los procesos de igualdad de oportunidades, equidad y calidad.
